La ansiedad es un trastorno muy extendido en la sociedad actual debido al alto nivel de estrés que producen las constantes exigencias a las que estamos sometidos.
Para afrontar un ataque de ansiedad es importante aceptar que es un problema común y no una enfermedad mental.
La ansiedad es utilizada por el cuerpo para actuar en situaciones límite donde se requiere una actuación rápida. El problema surge cuando ese estado de agitación se extiende a otros momentos donde no es necesario. Está íntimamente relacionada con el estrés.
El estado de ansiedad se identifica por un nerviosismo inusual y no relacionado con la situación que se está desarrollando en ese instante. Además hay síntomas fisiológicos como son agitación, opresión en el pecho, náuseas, sensación de desmayo, etc...
Cuando se presentan los signos anteriores, la ansiedad aumenta al no entender que es lo que nos sucede y puede desencadenar ataque de pánico o una crisis.
Para controlar la ansiedad es necesario relajar la respiración, tratando de no hiperventilar (coger más oxígeno del necesario). Además tomar infusiones relajantes o hacer deporte son otras prácticas recomendadas.
Por último, evitar el consumo de alcohol o cafeína facilita la relajación.
Fuente: salud.comohacerpara.com
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