La verdad es que perros y gatos no se
llevan mal. Se trata de un mito basado en la realidad pero no del todo cierto.
Los perros son depredadores y como tales recelan y atacan a cualquier animal
que esté en su territorio o que sea más pequeños que ellos.
Normalmente el perro intenta ser más amistoso que el gato. El gato es reservado y recela de una especie más grande que él. Ante un intento de defensa preventiva del felino, el perro reaccionaría con agresividad dando lugar al enfrentamiento.
Éste hecho ha inspirado miles de películas entre ellas "Como Perros y Gatos", "Como Perros y Gatos 2", "La verdad sobre perros y gatos", etcétera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario